No todos los hábitos merecen tu energía. Aprende a filtrar.

No todos los hábitos merecen tu energía. Aprende a filtrar.

En el mundo de la productividad, el entusiasmo por mejorar a veces nos juega en contra. Queremos leer más, movernos más, meditar, comer mejor, aprender otro idioma, despertarnos al amanecer... Y en el intento por hacerlo todo, no hacemos nada.

El problema no es que te falte disciplina. Es que estás intentando cultivar demasiados hábitos al mismo tiempo —sin preguntarte cuáles realmente necesitas.

En MELE, creemos que construir una rutina no es una lista de tareas que cumplir, sino un sistema que te sostiene. Y eso empieza con una palabra clave: filtrar.

Tu energía es limitada. Úsala con intención

No todos los hábitos son iguales. Algunos te impulsan. Otros te drenan.

Un hábito que te funcionó a los 20 puede ya no tener sentido en esta etapa de tu vida. Uno que le funciona a alguien más, puede que a ti solo te genere culpa.

Antes de añadir, elimina.

Pregúntate:

  • ¿Este hábito me aporta claridad, bienestar o enfoque?
  • ¿Lo estoy haciendo porque quiero o porque “se supone que debería”?
  • ¿Qué pasaría si lo suelto?

Menos es más (sobre todo al empezar)

James Clear lo llama el “mínimo viable”: la versión más simple y repetible de un hábito.

No se trata de leer un libro a la semana. Se trata de leer 5 páginas al día.

No se trata de meditar media hora. Se trata de sentarte 3 minutos a respirar.

No se trata de escribir un diario perfecto. Se trata de dejar una línea al final del día.

Cuando eliges pocos hábitos, con claridad, y los haces sostenibles, el sistema empieza a funcionar.

El hábito correcto para ti es el que puedes mantener incluso en tus peores días

No te compares. No copies.

Diseña una rutina que se adapte a tu contexto, a tu energía, a tus necesidades reales.

Y recuerda: tener hábitos no se trata de hacer más cosas. Se trata de vivir con más intención.

Una práctica para elegir con claridad

Tómate 5 minutos y escribe una lista con todos los hábitos que has intentado incorporar el último año.

Luego:

  1. Subraya los que aún practicas.
  2. Tacha los que abandonaste (y no extrañas).
  3. Rodea con un círculo los que realmente te han aportado bienestar.

Reflexiona:

¿A cuáles vale la pena seguirles dando energía?

Tu rutina, tu ritmo

La Libreta MELE está pensada para ayudarte a construir hábitos que sí valen la pena: meditar, escribir, leer y moverte.

Con espacios para priorizar, reflexionar y reconectar cada día (mañana y noche).

Diseña una rutina que no se sienta como una carga, sino como un soporte.

📓 Consíguela en mele.mx y empieza a filtrar lo que realmente importa.

Deja un comentario

Este sitio está protegido por hCaptcha y se aplican la Política de privacidad de hCaptcha y los Términos del servicio.